Mindfulness en el ámbito empresarial

El mindfulness o atención plena es un estado de atención abierta a la totalidad de nuestra experiencia vital aquí y ahora. No es un conocimiento intelectual sino una experiencia: el estado natural inherente a la naturaleza humana. No se puede acceder a esta experiencia mediante la adquisición de nuevos conocimientos intelectuales. Es a través del entrenamiento como llega a ser una experiencia vivida por cada uno. Una vez adquirida esta experiencia, la práctica consiste en integrarla en la vida cotidiana.

La atención plena es una capacidad innata de los seres humanos, es la capacidad que tenemos para darnos cuenta de lo que sucede a cada instante y saber de qué manera nos relacionamos con los acontecimientos, ya sean de índole interior o exterior. Gracias a este potencial podemos percibir con mayor claridad y calma los distintos fenómenos que se nos muestran, y con ello, elegir la mejor opción. El primer paso comienza por uno mismo, es decir, no se puede enseñar a otros aquello que no hayas experimentado por ti mismo. Como dice Siegel: “la práctica de la atención plena o Mindfulness es una inversión inteligente y duradera en la prevención en materia de bienestar fisiológico, mental y emocional”.

El mindfulness se está aplicando en la actualidad en muchos campos (salud, empresa, educación, deporte…). Cada vez son más los estudios científicos que demuestran los beneficios de esta práctica. El mindfulness no es un tratamiento psicológico ni médico contra ninguna patología. No obstante, la práctica regular de la Atención Plena permite la regulación del sistema nervioso autónomo, que es el que se desequilibra con el estrés, el cansancio y las cargas emocionales.

La relación entre el mindfulness y la empresa es un hecho. La pregunta es ¿Cuánto va a tardar en integrarse como una temática esencial del desarrollo en las empresas? El tiempo dirá, pero si una empresa quiere aumentar su efectividad y liderar el mercado cambiante, deberá estudiar muy seriamente la implantación de programas de mindfulness entre sus empleados, y especialmente entre sus directivos.
Los beneficios neurológicos del mindfulness se asocian a un incremento de la inteligencia emocional, especialmente la empatía y la auto-regulación emocional. El desarrollo de estas áreas del cerebro incrementa nuestra habilidad para manejar los conflictos y a comunicar con mayor efectividad.

En los últimos años muchos altos directivos y trabajadores de grandes empresas declaran abiertamente que practican técnicas de mindfulness (atención plena) y meditación para ganar visión global y perspectiva, y tomar mejores decisiones. Algunas de las empresas más importantes del mundo están implementando programas de mindfulness entre sus directivos con gran éxito.